Por qué No Deberías Plantearte Metas (Y Que Hacer En Su Lugar)

Aunque he hablado previamente sobre como fijarse metas, la realidad es que, para muchas personas, las metas causan depresión.

 

¿Alguna vez te has propuesto alguna meta, trabajado arduamente para alcanzarla, y una vez la realizas, piensas, “para esto fue todo mi esfuerzo”, o peor aún “y ahora que voy a hacer”?

 

Si no las alcanzas te sientes decepcionado, y si las consigues realizar pierdes tu propósito.

 

¿Por qué sucede esto?

 

Como hombres (y a diferencia de las mujeres) necesitamos tener al menos un propósito primario para sentirnos vivos.

 

Las mujeres pueden tener un propósito, pero la mayor satisfacción la alcanzan únicamente mediante la creación de una familia.

 

Los hombres, podemos formar una familia, pero jamás nos sentiremos completamente satisfechos si no tenemos un propósito primario que de sentido a nuestra vida (separado de la procreación claro está).

 

Los hombres somos la base de la sociedad, y esto no es por cultura únicamente (aunque ciertamente ha sido influenciado a cierto grado por esta) sino que viene desde nuestra genética.

 

Sin embargo, sin importar si eres hombre o mujer y adicional a tu meta primordial (proveer valor a la sociedad en el caso de los hombres, crianza en el caso de las mujeres), seguramente te has propuesto varias metas secundarias, como, por ejemplo, mejorar tu apariencia física, tu salud, tus finanzas personales, tus relaciones, etc.

 

Independientemente del tipo de metas que sigas (primaria/secundarias), lo mejor es no planteártelas como metas, es decir, no tener un resultado en específico que alcanzar ni una fecha límite para hacerlo.

 

¿Cuáles son las razones por las que plantearte metas no es lo ideal, y qué puedes hacer en su lugar?

 

Porque no deberías plantearte metas

La paradoja de la felicidad

El video tiene subtítulos, solamente tienes que activarlos y seleccionar el idioma.

 

Existe una paradoja en cuanto a la felicidad. Esto es debido a que, según Daniel Kahneman (video de arriba), existen 2 formas de felicidad, las cuales, generalmente son diametralmente opuestas. Estas son, la experiencia y la satisfacción. ¿Cómo se define cada una?

 

Experiencia: Lo que experimentamos en el momento presente.

Satisfacción: Que tan satisfechos estamos con nuestra vida en cuanto a progreso/logros. Este tipo de felicidad está basado en la memoria, es decir, el pasado.

 

En ciertas instancias, podemos estar disfrutando del momento presente (ej. al estar en una fiesta), pero, al mismo tiempo, sentirnos insatisfechos con nuestras vidas debido a la falta de logros alcanzados y/o crecimiento personal.

 

La mayoría de las ocasiones, las actividades que realizamos solamente nos pueden proporcionar uno de los dos tipos de felicidad (experiencia o satisfacción), mas sin embargo en ciertas situaciones particulares, la experiencia y la satisfacción pueden converger. A este acontecimiento peculiar, se le conoce como “estado de flujo”.

 

Sin embargo, este estado, y la felicidad “dual” que le acompaña, solo funciona en una micro escala en cuanto a felicidad se refiere, y, en la mayoría de los casos, no proporciona el nivel de satisfacción duradera que logros mayores nos brindan.

 

Por ejemplo, si te gusta tocar un instrumento. Cuando practicas con el entras en un estado de flujo, disfrutando la experiencia y, al mismo tiempo, sintiéndote satisfecho por haber mejorado en tu habilidad una vez la sesión a terminado.

No obstante, este pequeño logro parecería insignificante si lo comparamos con lo que sería crear un negocio propio “desde cero”, por ejemplo.

 

En otras palabras, la magnitud percibida del logro realizado pesa bastante en cuanto a satisfacción se refiere.

 

Es por esto que, en ciertas ocasiones, tendremos que sacrificar por unos instantes nuestra experiencia (gratificación instantánea) para alcanzar nuestra visión de vida (satisfacción duradera). Especialmente si esta visión es altamente ambiciosa.

 

La felicidad se basa en “hacer” no en “tener”

La felicidad, ya sea por experiencia o satisfacción, está basada en actividades y no en posesiones.

 

Si te pones a analizar unos momentos, te darás cuenta que TODAS las posesiones que quisiste/quieres obtener están atadas a ciertas experiencias que quisiste/quieres tener.

 

Quieres el carro veloz para sentir la adrenalina de la velocidad, quieres la mujer atractiva para interactuar romántica/sexualmente con ella, quieres viajar a lugares desconocidos par experimentar situaciones novedosas.

 

Por lo tanto, lo que te recomiendo hacer (y que hago yo mismo) es diseñar/planear las experiencias y estilo de vida que te gustaría tener, y evitar pensar en términos de cosas que te gustaría poseer.

 

Obviamente, para poder tener ciertas experiencias o estilo de vida, necesitaras tener ciertas posesiones (ej. puedes tratar de evitar pensar en términos de “cantidad de dinero”, pero necesitaras cierta cantidad de dinero para ciertas actividades, como, por ejemplo, viajar a otro país).

Pero la teoría sigue siendo la misma, las experiencias van primero y de allí se derivan las pertenencias. Si no puedes dejar de pensar en términos de “cosas” como tus objetivos, pregúntate el porqué de tus deseos, y de allí obtendrás la razón real del porque quieres obtener ese objeto (quien sabe, puede ser que realmente no lo quieras).

 

Que hacer en lugar de plantearte metas

 

Primeramente, para tener una definición clara de tus verdaderos anhelos, crear un mapa conciso que te conduzca a ellos, y, al mismo tiempo, evitar seguir metas para satisfacerlos, el primer paso que debes realizar consiste en crear tu «visión de vida”.

 

Como diseñar tu visión de vida

Para ser capaz de satisfacer ambos tipos de felicidad a gran escala y constantemente, y, posteriormente, formular tus rutinas diarias/semanales de acuerdo a tus expectativas (lo cual veremos cómo hacer en un momento), TIENES que diseñar tu visión de vida primero.

 

Tu visión de vida no representa las cosas que quieres tener, sino las experiencias que te gustaría vivir día con día (ej. tipo de trabajo que te gustaría realizar) y/o regularmente (ej. viajar).

Pertenencias especificas pueden o no estar involucradas en estas experiencias futuras, pero no deben ser el foco de estas.

 

En resumen, tu visión de vida es la máxima representación de cómo te gustaría vivir, e involucra todo lo relacionado con ella (ej. negocio/carrera, relaciones, salud, etc.).

 

Para poder diseñar tu visión de vida, debes comenzar preguntándote unas preguntas sobre ti mismo, esto para incrementar la autoconciencia/autoconocimiento que tengas, lo que, a su vez, te permitirá reconocer tus verdaderos deseos e inclinaciones.

 

A continuación, te presentaré 5 preguntas para facilitarte este proceso de autodescubrimiento. Contesta estas preguntas sinceramente, no lo pienses demasiado, tú siempre has sabido las respuestas, simplemente no las habías externado/escrito.

Y si, tendrás que ser totalmente egoísta en esta ocasión. No pienses en lo que quieren tus padres, amigos, o maestros, piensa únicamente en lo que quieres TU.

 

Estas son las preguntas:

1. ¿Cómo sería tu día perfecto?
2. ¿Si tuvieras todo el dinero del mundo, que es lo que harías?
3. ¿Qué tipo de experiencias te gustaría tener diariamente, de vez en cuando, y por lo menos 1 vez en tu vida?
4. ¿Cuáles son las actividades que disfrutas más (pasatiempos, socializar, trabajar, etc.)?
5. ¿Qué tipo de vida te gustaría tener dentro de 5, 10, 20, y 30 años?

 

Como habrás notado, ninguna de las preguntas menciona algo sobre pertenencias, pero si tu visión de vida requiere de objetos específicos o una determinada cantidad de dinero para llevarla a la realidad (ej. viajar a suiza y hospedarte en un hotel 5 estrellas) ciertamente tendrás que diseñar tu plan en concordancia con esta visión.

 

Muy bien, entonces ya has diseñado tu visión de vida (y si no lo has hecho, no sé qué esperas). ¿Se sintió bien cierto?

Seguramente te sentiste empoderado, esperanzado, y en control de tu vida.

 

Bueno, eso es muy bonito y todo, y me da gusto que te sientas bien, pero por el momento solo son sueños, y como dice John Maxwell: “los sueños no trabajan a menos que tú lo hagas”.

Lo que significa, que, si has estado cultivando tu mentalidad, aquí viene la mejor parte de diseñar tu visión de vida…

Cómo hacerla realidad.

 

3 Razones por las que las metas no funcionan

Ahora tú me puedes decir, “bueno Alex, ya diseñé mi visión de vida, y tengo una buena idea de cómo alcanzar las METAS relacionadas con ella. ¿Puedo comenzar a trabajar en esas METAS?”

 

Mi respuesta es: NO, no puedes. Y la razón por la que no puedes, es porque ya cometiste un GRAN error, y ese es el pensar en términos de METAS.

 

Discutamos las 3 razones del porque este es un gran error….

 

1.- Se enfocan en solo un tipo de felicidad

Primeramente, cuando estás pensando todo el tiempo en cumplir metas, automáticamente estas ignorando un importante componente de la felicidad –la experiencia— y enfocándote únicamente en el otro –satisfacción, lo cual, puede hacer que tu vida se convierta en aburrida, estresante, y hasta depresiva. Y tú no quieres este tipo de vida ¿cierto?

 

2.- Te predisponen al fallo y la decepción

En segundo lugar, quien sabe, talvez por X o Y razón, nunca alcances a realizar tus metas, ya sea porque fallaste en completarla (ej. se te paso la fecha limite), o porque simplemente no viviste lo suficiente para terminarla.

Por lo tanto, puede que vivas la mayor parte de tu vida apurado trabajando por tus metas, sin disfrutar el momento presente (lo cual, es lo único que existe), y jamás disfrutar los frutos de tu gran esfuerzo (así es, algo bastante trágico).

 

Pero adivina que, aún si eres capaz (o suertudo) de lograr tus metas, puede que esto no te haga feliz, lo cual, me lleva al tercer punto.

 

3.- Tienen un final definido, por lo que, una vez cumplidas, te arrebatan de tu propósito

Tercero, una vez hayas alcanzado todas tus “metas”, ¿qué te quedará por hacer? ¿retirarte?

 

Cómo hombres, NO podemos vivir sin un propósito que le dé sentido a nuestra existencia. Es por esto que tantos músicos, estrellas de cine, y hombres adinerados que alcanzaron a temprana edad lo que siempre anhelaron se deprimen, o peor aún, se suicidan.

Tenían un propósito, lo alcanzaron, y se quedaron con una vida sin dirección.

 

También es por esto, que otra tipo de gente exitosa (más positiva), que tiene todo según los estándares de la sociedad, se vuelca hacia el altruismo, caridad, y/o enseñanza una vez sus logros económicos han excedido sus expectativas. Al hacer esto adquieren un nuevo propósito.

 

Es parte de nuestra naturaleza, si no tenemos un propósito productivo con el cual guiar nuestro existir, no podemos vivir una vida que nos enorgullezca y/o satisfaga.

 

“Sé útil y serás feliz”

-Scott Adams

 

Entonces, ¿Qué es lo que puedes hacer en su lugar?…

 

Seguir sistemas.

 

Sigue sistemas en lugar de metas

Contrario a las metas, los sistemas no tienen un final definido (ej. fecha límite) o destino específico (ej. resultado exacto esperado), sino que son estrategias que aplicas por toda tu vida (o la mayor parte de ella). Además, son flexibles, lo que significa que pueden ser modificados/adaptados con el pasar del tiempo.

 

También, debido a la naturaleza innata de los sistemas, estos te permiten disfrutar la mayor parte de tu vida mientras trabajas por realizar tu visión de vida, lo que, a su vez, te permite “fallar” múltiples veces y aun así salir victorioso.

 

Por otro lado, si diseñaste bien tu visión de vida (es decir, como te gustaría vivir en lugar de lo que te gustaría tener), deberías tener unos sistemas en ella automáticamente añadidos, lo cual, incrementara aún más la percepción de felicidad y satisfacción en tu vida.

 

¿Cómo funcionan los sistemas y cómo implementarlos?

Fácilmente. En lugar de definir fechas límite y resultados específicos de lo que quieres lograr, diseñas e implementas rutinas (las cuales se podrían denominar como “hijos” de los sistemas) que pueden ser desempeñadas indefinidamente.

 

Por ejemplo, si quisieras bajar de peso, en lugar de decir:

“Voy a pesar 75kg para Julio 2017”

 

Dirías:

“Voy a mantenerme en esta dieta mientras siga bajando de peso y hasta que me guste lo que veo en el espejo, y de allí, mantener mi  nueva forma física”

 

Este, es un sistema, ya que, no tiene fecha límite, el resultado esperado es flexible (ej. tal vez necesites quemar más grasa de lo que crees para verte cómo quieres), y, mientras sigas progresando (sigas bajando de peso), te sentirás satisfecho en este aspecto de tu vida sin necesidad de llegar al resultado final (la forma física que te gustaría mantener).

 

Habiendo establecido tu sistema, puedes proceder a planear e implementar las rutinas diarias, semanales, y/o mensuales (dependiendo del tipo de sistema) que sean necesarias para satisfacerlo.

 

En este ejemplo, las rutinas podrían ser:

• Seguir una dieta hipocalórica la mayoría de los días de la semana.
• Entrenar con pesas por lo menos 3 días a la semana.
• Dormir en promedio 8hrs diariamente.
• Etcétera…

 

Al hacer esto en lugar de seguir metas, no puedes fallar. Siempre y cuando tu sistema esté trabajando (ej. continúes perdiendo peso) te sentirás feliz, satisfecho, y sin presiones de «fechas límite» (aunado a esto, el entrenamiento con pesas induce al “estado de flujo”, por lo que tu experiencia será aún más gratificante).

 

Un ejemplo más claro, es referente a tu carrera profesional:

 

En lugar de plantearte la meta: “Voy a convertirme en director general de la empresa X en 2 años”

Utilizar el siguiente sistema: “Voy mantenerme subiendo de puesto indefinidamente ya sea en esta empresa o en otras”

 

En este caso, ni siquiera tienes un resultado esperado, simplemente te enfocas en continuar progresando, y mientras esto suceda, te sentirás satisfecho con tu carrera profesional.

 

La belleza de los sistemas, es que solamente necesitas dedicarles unas cuantas horas (o hasta minutos) al día de una manera consistente para alcanzar la satisfacción relacionada con ellos, lo cual, libera el resto de tu día para gozar otro tipo de experiencias.

 

Es por esto que la disciplina es un factor importantísimo en el éxito. La disciplina te permite ejecutar las rutinas asociadas a tus sistemas consistentemente, dándole a la vez, una estructura a tu vida que TU defines.

La disciplina te permite definir tu vida, evitando que la vida te defina a ti. La disciplina es libertad.

 

Sistemas como visión de vida

 

Afortunadamente, los sistemas pueden ser aplicados en todas las áreas de tu vida, como por ejemplo tu carrera/negocio, tu vida amorosa, tu salud/fitness, etc.

 

Adicionalmente, gracias a que todas las áreas de tu vida que quieres mejorar están alineadas con tu visión de vida (o deberían de), esta visión, en lugar de encontrarse en un futuro distante, se convierte en parte de tu presente, debido a que desde el primer momento en que comienzas ejecutar tus sistemas, automáticamente te estas acercando a tu visión de vida día con día, y, por lo tanto, experimentado esa visión de vida.

 

Por ejemplo, si quieres ser un escritor, músico, o diseñador gráfico exitoso, al practicar tu arte diariamente (lo cual, es parte de tu sistema), automáticamente ya estas experimentando tu visión de vida en esta área, es decir, ya estas siendo un escritor, músico, o diseñador gráfico.

Así es. Por el simple hecho de practicar tus sistemas ya estás viviendo tu visión de vida.

 

Otro ejemplo lo podemos ver en el área de las relaciones.

 

Supongamos que tu visión de vida involucra relacionarte romántica/sexualmente con mujeres hermosas, y, para satisfacer esto, has establecido un sistema basado en acercarte a mujeres desconocidas e invitarlas a salir. Si te das cuenta, por el simple hecho de seguir los hábitos relacionados con tu sistema, te encontraras experimentando tu visión de vida: “salir con mujeres hermosas”.

 

Lo mismo ocurre si quieres tener un cuerpo de dios griego, una carrera que disfrutes, una vida de empresario, etc.

 

De hecho, este fenómeno asociado con los sistemas aplica para la mayoría de las áreas de la vida. La única excepción puede ser el ocio/placer, ya que al realizar este tipo de actividades por lo general no estas progresando en nada (ej. ver televisión, jugar videojuegos, comer comida chatarra excesivamente, etc.).

Lo chistoso acerca de esto es que la mayoría de las actividades puramente de ocio/placer, no son tan gratificantes en comparación con las más productivas (ej. ver pornografía en lugar de interactuar con una mujer real).

 

Obviamente, el balance también es importante aquí, y ver una buena película de vez en cuando puede ser hasta necesario (ej. para relajarte/divertirte).

Te recomiendo aplicar la regla 80/20, siendo 80% actividades productivas, y 20% todo lo demás, para de esta manera sentirte feliz y satisfecho la mayor parte del tiempo. Es lo que yo hago (o trato de hacer) y me ha funcionado bastante bien.

 

Conclusión

Así que allí lo tienes, ahora ya sabes cómo diseñar, planear, y vivir tu vida de la manera más disfrutable y gratificante posible (al menos la mejor manera que yo conozco). Espero que te funcione de maravilla como como lo ha hecho para mí.

 

Por supuesto, todo lo aquí presentado es solo una sugerencia, y, al final del día, tu eres el único que decide lo que quieres hacer de tu vida. Pero de verdad, te recomiendo AMPLIAMENTE que pongas aprueba la información que aquí te presento y ya de allí tomes tu decisión. No lo desprecies sin haberlo intentado.

 

Los puntos a destacar son:

• Existen 2 tipos de felicidad: experiencia y satisfacción.
• La felicidad está basada en “hacer”, no en “tener”.
• Diseña una “visión de vida” enfocándote en las experiencias que quieres vivir y no en los objetos que quieres poseer.
• Sigue sistemas alineados a tu visión de vida en lugar de metas, esto para sentirte feliz y satisfecho la mayor parte del tiempo.
• Generalmente, al estar tus sistemas alineados con tu visión de vida, esta «visión futura” automáticamente se plasmará en tu momento presente una vez comiences a implementar y ejecutar tus sistemas.

 

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